Pablo I (1796-1801) atrás a dinastía Romanov
Pablo I nació y murió en San Petersburgo (1 de octubre de 1754 - 23 de marzo de 1801). Fue Zar de Rusia desde 1796 hasta su asesinato, en 1801. Fue el único hijo de Catalina II, quien da a entender en sus memorias que el padre no era su marido (Pedro III), sino su amante Sergéi Saltykov. Los partidarios de Catalina afirmaban que Pedro III era estéril y fue incapaz de mantener relaciones sexuales hasta que se realizó una leve operación quirúrgica, pero apesar de esto él no podía engendrar un hijo.
Durante su infancia, Pablo fue apartado del lado de su madre por la emperatriz Isabel, quien se encarga personalmente de su educación. De niño es considerado inteligente y hermoso, algo que cambiará cuando sufre un ataque de tifus en 1771, y que le afeará las facciones de por vida. Se ha dicho que su madre lo odiaba, y que pretendía envenenarlo, deteniéndose por temor a las consecuencias de un nuevo crimen en el seno de la familia imperial. Lord Buckinghamshire, embajador británico en la corte rusa, expresó esta opinión ya en 1764. Aunque otros dicen que la emperatriz lo trataba con cariño y terneza. Fue puesto a cargo de un hombre de confianza - Nikita Ivánovich Panin, y de competentes tutores.
Su madre (Catalina II), con la intención de buscar una alianza con Federico II de Prusia, lo casó con Guillermina de Hesse-Darmstadt (Natalia Alexeievna), hija de Luis IX (Landgrave of Hesse-Darmstadt), en el año 1773.
Después de la muerte de su primera esposa, su madre lo casó el 7 de octubre de 1776, con la bella Sofía Dorotea de Württemberg, que recibió el nuevo nombre de María Fiódorovna. Entonces comenzó a participar en intrigas, creyéndose el blanco de un asesinato, que estaría organizado por su propia madre, llegando a acusarla abiertamente de mezclar fragmentos de vidrio en su comida. Sin embargo, a pesar de que su madre le eliminó de su consejo y comenzó a distanciarlo del poder, no tomó represalias contra él. El uso de su nombre por el rebelde Pugachov, que decía ser su padre, Pedro, hace que la posición de Pablo sea más difícil. Al nacer su primer hijo en 1777, la emperatriz le dio una hacienda, residencia en Pávlovsk. En 1781, Pablo y su esposa consiguieron permiso de la emperatriz para dar un viaje por Europa occidental, que se alargó hasta el año siguiente. En 1783 la emperatriz le concedió otra residencia, el palacio de Gachina, en la que se le permitió mantener una brigada de soldados inspirados en el modelo prusiano. Pablo y María tuvieron 10 hijos.
En el primer año de su reinado Pablo cambió muchas de las reformas políticas de su madre. Acusó a muchos de Jacobinismo y deportó a personas simplemente por llevar ropa de estilo parisino o leer libros franceses, también permitió volver del exilio siberiano al más conocido crítico de Catalina - Alejandro Radíshchev. El ejército, cuando suspendió el ataque a Persia organizado por Catalina, fue llamado a la capital en el plazo de un mes de la ascensión de Pablo. Su padre fue enterrado con gran pompa en el sepulcro real de la Catedral de Pedro y Pablo. Para acabar con el rumor de su ilegitimidad Pablo respondió alardeando de su ascendencia de Pedro I el Grande. La inscripción en el monumento al primer emperador de Rusia, frente al Castillo de San Miguel, dice en ruso "Para el Gran Abuelo del Gran Nieto", una sutil pero evidente burla del latín "PETRO PRIMO CATHERINA SECUNDA" , la pomposa dedicación de Catalina en el "Jinete de Bronce", la más famosa estatua de Pedro en San Petersburgo.
El emperador Pablo era idealista y capaz de una gran generosidad, pero también era iracundo y vindicativo. Aparte de Radishchev, Nikoláy Novikov también fue liberado de la fortaleza de Shlisselburg, y además Tadeusz Kościuszko, sin embargo permanecieron en sus propias fincas bajo supervisión de la policía. Consideraba a la nobleza rusa como decadente y corrupta, y pretendía transformarla en una disciplinada casta de leales, algo parecido al espíritu caballeresco medieval. A aquellos pocos que se ajustaban a este modelo (por ejemplo, sus favoritos Kutaísov, Arakchéyev, Rostopchín), les concedió más siervos en cinco años de su reinado que los que había dado su madre a sus amantes durante treinta y cuatro años de su mandato. Los que no compartían sus puntos de vista fueron despedidos o perdieron sus puestos en la corte: así siete mariscales de campo y 333 generales cayeron en desgracia.
De acuerdo con sus ideales caballerescos, Pablo fue elegido Gran Maestre de la Orden de los Caballeros Hospitalarios, a quienes dio refugio después de su expulsión de Malta por Napoleón. Su regencia estableció la tradición imperial rusa de llevar las insignias de los Caballeros Hospitalarios (Orden de San Juan / Orden de Malta) junto con las otras órdenes rusas. Con gran gasto para el Estado, construyó tres palacios en los alrededores o en la propia capital rusa. Mucho se habló en la corte de su historia de amor con Ana Lopujiná, que más bien parece haber sido platónica y constituye otro detalle de su ideal caballeresco.
En 1798 hizo entrar a Rusia en la Segunda Coalición contra Francia, enviando Alejandro Suvórov (Generalísimo ruso) a luchar contra Napoleón en Suiza y a Ushakov para ayudar a Nelson en sus operaciones en el Mediterráneo. Después de padecer grandes penurias y no ganar en ninguna campaña, el emperador da un giro en su política exterior en 1801 y cambia a una neutralidad armada contra Gran Bretaña.
En ambos casos se guió por motivos personales, primero luchó con Francia porque tenía un interés "sentimental" por los Hospitalarios; y luego - contra Gran Bretaña, cuando los ingleses conquistaron Malta, 'alma máter' de la orden. Además de los anteriores, abandonó un plan ruso-francés de asalto navales de las islas Británicas, otra de sus famosas locuras fue el envío de una fuerza expedicionaria de Cosacos para luchar contra los británicos en India.
Las premoniciones de Pablo sobre su asesinato estaban bien fundadas. Su intención de obligar a la nobleza a adoptar un código de caballería hizo que perdió la confianza de muchos de sus asesores. El emperador había descubierto también una serie de maquinaciones y corroboró la corrupción en la tesorería rusa. A pesar de derogación de la ley, que permite el castigo corporal de las clases libres, por Catalina, y de que él dirigió las reformas destinadas a un mayor número de derechos de los campesinos, y un mejor tratamiento para los siervos, la mayoría de sus políticas se consideraban como una molestia para los nobles, así que sus enemigos elaboraron un plan de acción.
Algunos meses antes de su muerte se organizó una conspiración por los condes Piotr Alekséyevich Pajlen, Nikita Petróvich Panin, y el aventurero medio español, medio napolitano Almirante Ribas. La muerte de Ribas retrasó la ejecución. En la noche del 11 de marzo de 1801, Pablo fue asesinado en su dormitorio en el Castillo de San Miguel por una banda de funcionarios despedidos encabezada por el General Bennigsen, un hanoveriano al servicio de Rusia. Entraron en su dormitorio, y se encontraron a Pablo escondido tras unas cortinas. Los conspiradores trataron de obligarlo a firmar su abdicación. Pablo ofreció cierta resistencia, y uno de los asesinos le golpeó con una espada, siendo después estrangulado y pisoteado hasta la muerte. Fue sucedido por su hijo, el emperador futuro - Alejandro I, que se encontraba en el palacio, y a quien el general Nikolái Zúbov, uno de los asesinos, anunció su ascensión.
La imagen popular de Pablo I ha sido durante mucho tiempo que estaba loco. Según esta opinión su excentricidad y imprevisibilidad llevó a su asesinato. Este retrato de Pablo fue promovido por los asesinos y sus partidarios, y se ha convertido en algo comúnmente aceptado.
Investigaciones recientes han reconsiderado y rehabilitado el carácter de Pablo I. En la década de 1970, dos grupos de académicos realizaron nuevas investigaciones sobre Pablo I: una en Montreal en 1973 y la otra en San Luis en 1976. Algunos de los resultados fueron presentados en 1979: "Pablo I: una nueva evaluación de su vida y Reinado" de la Universidad Central de Estudios Internacionales de Pittsburgh, 1979. La revaluación de Pablo I ha demostrado su carácter como persona de buena moral, que siguió su conciencia.
Copyright © 2004-2005 Palytra Travel
All rights reserved |
Website development |