Catalina I (1725-1727)                    atrás a dinastía Romanov

Catalina I fue Zarina de Rusia de 1725 a 1727. Su nombre original era Marta Skavronska y se cree que era una campesina polaca nacida en Letonia en 1684, cuando era una provincia de Suecia. Fula le hija de Samuel Skavrosnky y Elisabeth Moritz, que murieron en la epidemia de peste en 1684. Se sabe por el rumor que fueron siervos fugitivos, lo que explicaría los intentos de los gobiernos siguientes de mantener esta historia en secreto.

Al quedar huérfana, entra a servir en casa de Ernest Gluck, pastor luterano de Marienburg, que no hizo nada por darle una educación, manteniéndose analfabeta toda su vida. Muy joven se casó con un oficial de dragones sueco llamado Johan Raabe, pero cuando Marienburg fue conquistado por las tropas rusas, Gluck se ofreció para ir a Moscú como traductor al servicio del mariscal de campo Boris Sheremetev, llevándose a Marta. Más tarde, ella se puso a ser criada (y amante) del príncipe Alejandro Ménshikov, amigo y compañero de armas de Pedro I, y primer Gobernador de San Petersburgo.

En 1703, cuando Pedro el Grande fundó San Petersburgo y trasladó allí la corte, se convirtió Marta en su amante, casándose en secreto en 1707, luego ella se convertió a la religión ortodoxa y tomó el nombre de Catalina Alekséievna. Con su esposa Pedro I tuvo once hijos de los que sobrevivieron Ana (1707) e Isabel (1709). Mientras construían la ciudad, vivieron en una cabaña donde ella cocinaba y él cuidaba el jardín. Cuando se trasladaron a palacio, la conservaron rodeándola de una valla.

Su correspondencia demuestra que siempre se tuvieron un gran cariño, y ella le cuidaba personalmente durante sus ataques epilépticos. Se cuenta que sólo discutieron una vez, debido a la ejecución del secretario de Catalina que fue convicto de corrupción.

En 1711 acompañó al Zar en la Campaña de Prut, contra Turquía, y se cuenta que salvó la vida del emperador cuando estaba rodeado por un ejército muy superior, sugiriéndole que se rindiese y utilizando sus joyas y las de sus damas para cohechar al Gran Visir. Pedro I la premió casándose oficialmente con ella, a pesar de que él estuviera casado todavía con Eudoxia Lopukhina, a quien había encerrado en un convento y con quien tenía un hijo, Alexey (Alejo) Petrovich, al que ejecutó finalmente. Dió a Catalina el título de Emperatriz. Así Catalina I fue la primera mujer en Rusia que obtuvo este título, porque hasta entonces la esposa del Zar era conocida sólo como su esposa y nada más. En 1724, fue nombrada corregente.

Al morir el emperador en 1725 ella tuvo que resistirse a la oposición del clero y de los boyardos, que estaban en su contra las reformas realizadas, y a la del pueblo que apoyaba los derechos del príncipe Pedro, hijo del zarevich Alejo Petróvich. La nobleza nueva del círculo de Pedro I, con Menshikov a la cabeza, y sus colaboradores burgueses la apoyaron, y la guardia la proclamó Emperatriz. Fue el inicio de una época de la Historia de Rusia caracterizada por continuos golpes de estado, intrigas del corte y por el gobierno de favoritos.

Durante su reinado continuó la obra de su esposo, apoyada sobre todo por Ménschikov, que era el virtual gobernador, y siguiendo el consejo de amigos y favoritos. En 1726 creó un consejo privado al que concedió la mayoría de los plenos poderes que hasta entonces tenía el Senado, lo que produjo disensiones en la nobleza que no tardó en dividirse en varios partidos, mientras Catalina trataba de aproximarse a ellos nombrando sucesor al príncipe Pedro. Encontró a sus cuatro hermanos y los llevó a Rusia, dándoles los recién creados títulos de condes y condesas.

En política exterior soportó la liga austro-española, para sostener contra Inglaterra a su yerno, el Duque de Holstein, casado con la princesa Ana, padres del futuro Pedro III. Junto con los países escandinavos formó la Liga de los Neutrales para garantizar la seguridad del transporte marítimo en el Atlántico durante la Guerra de Independencia de los Estados Unidos, lo que colaboró al aislamiento internacional de Inglaterra.

Fundó la Academia de ciencias de San Petersburgo, entre cuyo profesorado contrató a los matemáticos Leonhard Euler y Daniel Bernoulli, y construyó un gran número de puentes en San Petersburgo. En general sus políticas fueron razonables y prudentes. Fue la primera mujer que gobernó Rusia, y abrió el sendero para un siglo de reinados femeninos, incluyendo a su hija Isabel y a Catalina II, las cuales continuaron la política marcada por Pedro I.

Murió en San Petersburgo en 1727, a los 43 años, y está enterrada en la Catedral ubicado en el territorio de la Fortaleza de San Pedro y San Pablo.


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